La luz del autismo en Internet


diariovasco.com

El blog 'La alegría muda de Mario' narra la vida de un niño con este trastorno. Su madre, Amaya Ariz, comenzó a escribir el diario cuatro meses después de que los médicos detectaran la disfunción en su hijo.
«Quería gritar, pero no podía. Así que empecé a escribir». Con sencillez y mucha alegría explica Amaya Ariz por qué decidió ponerse a escribir un blog. Pero este diario digital tiene un cariz muy especial: no versa sobre ella, sino sobre su hijo Mario, que tiene autismo. «Nos lo diagnosticaron en enero de 2011». Al doctor le bastaron tres horas de observar su conducta para determinar qué padecía el pequeño y acabar con cierta angustia de sus padres, a los que les habían dicho de todo. Los profesores, que sus progenitores no estaban tiempo con el niño; la familia, que tenía envidia de su hermana pequeña.
Desde entonces comenzó una batalla contra la involución de su hijo para evitar que se encerrara en sí mismo. «Todos los días son importantes», dice la madre, recordando que ayer era el Día Mundial del Autismo. Una jornada para reivindicar a la sociedad que no tengan miedo de las personas con autismo y que aprenda a saber qué es. La Confederación Autismo España afirma que estas personas ni sufren, ni padecen ni están afectadas. Son personas con Trastornos del Espectro del Autismo (TEA). «Y no tienen ningún retraso mental. Tienen problemas de aprendizaje», señala esta madre bloguera.
Autismo España indica que hay un caso de por cada 150 niños en edad escolar en Europa. En Estados Unidos esta media aumenta a un caso por cada 88 personas. «Ya la están calificando de epidemia», apunta Ariz, quien cambió su vida para atender al pequeño Mario. Decidió que sería ella misma la que se encargaría de la terapia de su hijo. Dejó su trabajo de internacionalización de pymes, montó su propia empresa en casa y se dedicó a cuidar a su hijo. «Mis objetivos antes era ser directora, mi familia y las vacaciones. Después todo cambió. Ahora se puede decir que soy una emprendedora», dice con una risa franca.

Influencia internacional
Amaya explica su situación con un aplomo asombroso. «Estoy obsesionada porque quiero dejar un mundo mejor a mi hijo». Por eso creó la bitácora (http://laalegriamudademario.blogspot.com.es), donde explica la situación de este trastorno, muestra terapias y ofrece consejos a los padres.
Además, Ariz ha escrito un libro explicando su experiencia en estos 14 meses. La obra, cuyos beneficios son destinados a la Asociación Navarra de Autismo, está llegando a todos los rincones del planeta. Familias de Chile y Venezuela ya han pedido el libro.
La información es fundamental para tratar a las personas con TEA. «Los profesores no tienen la formación necesaria para atender a un chico con TEA dentro de un aula de 30 alumnos», explica Isabel Bayonas, presidenta de la Federación Española de Asociaciones de Padres de Autistas (Fespau). Esta situación está llevando a que se deriven alumnos con autismo a centros especializados cuando podían estar perfectamente integrados con sus compañeros.
El intenso trabajo de su familia está dando sus frutos. Ahora repite las palabras que oye y se pelea con su hermana pequeña, como todos los chavales. «Hace un año estaba tirado en el suelo mirando las luces», dice su madre.

300.000

personas tienen autismo en España. Uno de cada 150 niños en edad escolar son diagnosticados de este trastorno en Europa. En Estados Unidos, la cifra se reduce a uno de cada 88.

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